octubre 14, 2011

Pagar por la mentira

Los médiums no hablan con los muertos.

No pueden hablar con los muertos por muchas razones, algunas de las cuales ya observaba agudamente Leonardo da Vinci en sus notas:
Pero la nigromancia es verdadero estandarte y bandera echada al viento, para servir de guía a la necia multitud, que muestra con sus clamoreos los infinitos efectos de tal arte. Circulan libros llenos de afirmaciones referentes a la acción de los encantamientos y de los espíritus que hablan sin lengua y sin aquellos instrumentos orgánicos indispensables para la palabra...
Los pobres de espíritu siguen siendo víctimas de quienes no tienen ningún apuro en fingir que hablan con los muertos. Quien desea desesperadamente volver a tener contacto con gente a quien le tuvo cariño y ha muerto está dispuesto a creer cualquier cosa. No volveremos sobre la lectura en frío, la lectura en caliente y otras técnicas, fáciles de aprender y de poner en práctica (si uno no tiene conciencia alguna), que utilizan estas personas para sus engaños y que han sido ampliamente exhibidas en numerosas oportunidades, incluso en la charla que el autor de este blog dio hace unas pocas semanas en Bilbao.

Lo que más asombra es que alguien pueda, en su confuso y desorganizado cerebro, tener la capacidad de mentir abiertamente para jugar con las más profundas y sinceras opiniones de gente de buena voluntad que acude a ellos buscando lo imposible, que sea impasible ante las lágrimas que provocan sus embustes, que pueda involucrarse sin ningún reparo en asuntos de dolor humano como asesinatos y desapariciones de niños (los niños, siempre los niños como gran reclamo de la estafa paranormal), que se atrevan a cobrar una fortuna, una verdadera fortuna, por pisotear la dignidad de otros.

Anne Germain está anunciando ahora una serie de "funciones" (reconociendo que lo suyo es una forma de teatro) en el teatro Sala Capitol de Madrid, a precios de entre 35 y 120€, en una exhibición pública que debería, en un mundo racional, ser abordada por las autoridades: ¿realmente ofrece esta señora lo que anuncia o está engañando a quienes van a poner su dinero por verla, más dinero por estar en las filas más cercanas a ella porque creen que así aumentará la probabilidad de que los elija para ser los engañados del día, objeto de manipulación emocional desvergonzada pero rentable?


Por supuesto, doña Anne Germain es una hábil negociante. Vea usted en su sitio Web los documentos que esta "médium espiritual y maestra reiki" le entrega a sus víctimas para evadir cualquier responsabilidad y volver legal su engaño. El último párrafo de su "Declaración de intenciones" en las "lecturas privadas" o sesiones mediúmnicas bien cobradas, dice: "Con el pago de una lectura, usted en efecto está pagando por el tiempo que pasa conmigo y no por la comunicación con quienes están en el reino de los espíritus; por tanto, no ofrezco reembolsos después de la finalización de la lectura privada".

¿No es alucinante?

Pues hay más. En otro documento, dedicado a las "demostraciones públicas", juguetón nombre que Anne pone a sus shows cobrados, sus representaciones teatrales engañosas, le advierte a quien sacude sus euros para ir a que lo engañen: "Al asistir a esta demostración pública, usted expresa su acuerdo para ser filmado o fotografiado durante la demostración, con posibilidad de que esta filmación o fotografías puedan o no ser utilizados por Anne Germain Ltd. u otra empresa en la producción de espectáculos de televisión individuales para su emisión futura o para material publicitario futuro".

Todo ello rodeado de afirmaciones de que la mediumnidad es subjetiva, que la señora de la angelical sonrisa y la garra hincada en el euro ajeno no es responsable de nada y que usted no puede ni rechistar.

Pero, seamos justos, nada de esto sería posible sin los muchos charlatanes, embusteros, estafadores, desahogados y pelapipas nacionales que con toda alegría trabajan, día a día, para que usted abandone todo pensamiento crítico y sea capaz de creer en la vida después de la vida, los platos volantes, las conspiraciones, el ratoncito Pérez y que los políticos de derecha pretenden luchar por los derechos de los trabajadores.

Y doña Anne Germain, claro, está con ellos también cobrando en su otro "Congreso internacional vida después de la vida", donde ella pone lo "internacional" junto con ocho españoles expertos en trolas varias y usted pone los billetes.


Y hay más, muchas más oportunidades por estos días de pagar para que a uno le cuenten mentiras. Es tiempo de crisis, tiempo de mercado negro de emociones, esperanzas y sueños. Y éstos son los traficantes de bienes falsificados, los pescadores a río revuelto a cuyas víctimas deberían estar protegiendo las leyes y los jueces, que no dan señales de vida por ningún lado.